La agricultura actual se enfrenta a grandes retos
La escasez de alimentos como consecuencia del cambio climático, los conflictos, la pandemia de COVID, está provocando el aumento del hambre en el mundo. Los precios de los alimentos alcanzan máximos históricos y la seguridad alimentaria no estado nunca tan presente en los debates públicos.Por otro lado, para hacer frente a los problemas medioambientales globales (calentamiento global,pérdida de biodiversidad, contaminación…), todos los sectores productivostienen que moverse hacia modelos de producción más sostenibles: la agricultura, especialmente expuesta a dichas amenazas, no es una excepción.
Además, la agricultura es una sólida actividad económica. España es líder en exportación de frutas y hortalizas a nivel mundial. La agricultura española representa casi el 3% del PIB y, considerando todo el conjunto del sistema agroalimentario, éste se sitúa en torno al 11%. España es el segundo país de la Unión Europea en términos de superficie agraria y ocupa el segundo puesto en términos de producción, con 25.357 millones de euros en 2017, un 13% de la producción europea.
Por otro lado, España es una gran reserva de biodiversidad, alberga una gran diversidad de hábitats, y la mayor diversidad de especies a nivel europeo (más de 85.000 especies de animales, hongos y plantas). Es uno de los países con mayor porcentaje de su superficie terrestre incluida en la Red Natura 2000. (27,4 %). Sin embargo, es el país de la UE donde el riesgo de desertificación es mayor - degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas por variaciones climáticas, actividades humanas, etc , estando un 18 % del territorio bajo riesgo alto o muy alto de desertificación.
Para mantener este papel de referencia tanto en la producción agrícola como en la riqueza medioambiental, es necesario mantener una actividad agrícola eficiente y competitiva en el ámbito rural, reorientando sus prácticas hacia una agricultura regenerativa para la recuperación y protección del medio ambiente.
En este sentido, dentro del marco del Pacto Verde Europeo, la Comisión europea presentó en mayo 2020 la estrategia “De la Granja a la Mesa” con el objetivo de hacer evolucionar el sistema alimentario actual de la UE hacia un modelo más sostenible, garantizandoalimentos suficientes y asequibles. La estrategia sobre Biodiversidad y la reforma de la nueva PAC vendrán a reforzar esa transición hacia prácticas agrícolas más sostenibles. Estas nuevas estrategias han puesto un foco especial en los productos fitosanitarios, estableciendo unos objetivos de reducción que suponen un reto adicional a la producción agrícola. Su seguimiento, mediante los indicadores de riesgo HRI1 y HRI2 de la Directiva de uso sostenible, poco tiene en cuenta la variabilidad anual de los cultivos ni el riesgo real en la práctica. El control fitosanitario de las plagas y enfermedades actuales así como la aparición de nuevas plagas o el desarrollo de resistencias a tratamientos, requerirá de soluciones innovadoras para hacer una agricultura realmente sostenible.
Pilar Gimenez - Directora Asuntos Reglamentarios en Syngenta Iberia